Ya hace
bastante tiempo tenía previsto compartir una jornada de pesca en el pantano de
Vallehermoso con estos amigos almoradienses, la cual, por algún motivo u otro,
se iba posponiendo en el tiempo más de lo deseado. Así que, y por fin, y
creyendo que el día podía ser propicio, quedamos en el mencionado pantano:
Pablo, Sergio, su hermano David y yo mismo.
Pablo |
Buena
temperatura. Escasez de viento. Condiciones óptimas para la pesca en general y
más aún para la pesca con enchufable. Pero… sería la luna; sería el sol; serían
las mareas; sería que los astros se habían confabulado contra nosotros; serían
estos cambios tan bruscos de temperaturas; sería que todavía algunas carpas y
“carpos” (macho de la carpa) siguen, aunque parezca mentira, en época de desove…
El caso es que no picaban o, para ser más concreto, picaban mal o éramos
nosotros los que no sabíamos hacerles comer a los peces –seguramente esto
último.
David |
Así que,
prevista la pachanga, y no es cuestión de glosarla con minuciosidad, apuntaré
que, de inicio, tanto Pablo como Sergio, cogieron un relativo ritmo, más de
picadas que de capturas, y yo, ubicado entre estos dos magníficos pescadores,
ni me picaban ni, por ende, sacaba pez alguno. Fue avanzando el día y seguíamos
igual, siendo Sergio el que se destacaba. Así que, previendo el duro correctivo
que iba a sufrir por estos afamados y expertos pescadores, me decidí a
olvidarme de la enchufable y pescar en corto con caña de inglesa y veleta de
coup. ¡Gran acierto! Al final de la jornada pude pesar 28,5 kg, casi todo con peces mayores de un kilo. Sergio:
24. Pablo, que encontró a los
peces lamentablemente a la hora de dar por finalizado el evento: 18. Y David sobre los 14 kilos –no los pesamos-, pero hay que
mencionar en su descargo que él empezó a pescar tres horas, aproximadamente, más
tarde que nosotros.
Carpa común |
Resumiendo:
el que más kilos sacó fui yo, sin duda –la báscula no engaña, pese a ser de los
chinos-, pero si nos hubiésemos centrado en la pesca con enchufable el
resultado hubiera sido totalmente distinto, siendo yo vilmente vapuleado, por
lo que debemos dar como vencedor del lance a Sergio, aunque Pablo
terminó jurando que se tomaría cumplida venganza la próxima jornada. Grandes
pescadores y mejores compañeros. El día que den con la clave para que no les
rompan constantemente el bajo las carpas grandes, darán un salto cualitativo muy estimable.
Sergio |
Comentarios
Enhorabuena por la jornada y un saludo.