Un día más
de pesca en Buendía. Últimamente lo frecuento más de lo habitual, lo que
redunda en la mejora sustancial de los resultados en relación a las capturas.
Lucio de 4 kg. |
Una mini-sandra |
Echamos la
barca a las 11:30, y prácticamente en el lugar del desembarco nos ponemos a
lanzar. Adolfo no tarda en clavar dos lucios, pero éstos logran huir sin que su
captor logre subirlos a la barca. Cambiamos de sitio, y el amigo Adolfo busca
zonas profundas con algas en el fondo, ya que hoy sí parece que los lucios
tienen más actividad que las luciopercas. Con una especie de jig peludo con
sistema anti algas, adornado con una cola doble de vinilo de color verde, sigue
teniendo picadas a lo largo de la mañana, consiguiendo, hasta las 14:00 horas,
6 esócidos, mientras que yo no había tenido ni una sola -y eso que esta vez me había
pertrechado de una buena colección de mogambos, jumbos y pikies, que tan buenos
resultados le dieron a Adolfo el pasado sábado, más unos anzuelos plomados de
25 gramos que me aseguren que estos señuelos trabajan adecuadamente por el fondo
–. En esto que un amable lucio tuvo a bien segar una de las colas del jig de
Adolfo, lo que hizo que los demás señuelos que probaba no tuvieran la
efectividad del susodicho, y a la vez mitigar en parte la tremenda paliza
que me estaba dando. Y en mi caso, cuando la desgana hacía ánimo en mí, se me
ocurrió, a eso de las 2 de la tarde, poner un mogambo, o jumbo según otras denominaciones,
de unos 15 centímetros color verde, y para evitar los enganches con las algas
del fondo, una vez llegado a éste recoger sin pausa como si fuera un pez
artificial. ¡Y así, sí…! Primera picada, y después de una bonita lucha
conseguí sacar un robusto lucio de 4 kg que borraron de un plumazo mi anterior
apatía. Fotos de rigor, pez de nuevo al agua, y a seguir pescando; esta vez
pongo un vinilo Storm perlado de 18 cm –recomendado encarecidamente por mis amigos
honrubianos: Julio y Goso -; primera vez que surca el agua este pikie y… hasta
tres veces repitió picada el pez, que una vez estuvo en la superficie
comprobamos que se trataba de una hermosa lucioperca de casi 4 kilos de peso.
Así que, en sólo cinco minutos y dos únicos lances, pasé de la más profunda
desidia a la euforia desatada.
Resumiendo:
día con abundantes picadas. Adolfo sacó 8 lucios, 4 sandras e, incluso,
probando un popper de hélices sacó un pequeño bass de unos 300 gramos. Yo, 4
lucios y 2 luciopercas; además, a modo informativo, indicar que cada depredador
que saqué lo hice con un señuelo diferente, tanto mogambos como pikies de
vinilo, además de otro lucio que saqué con un artificial Lucky Craft en una
zona somera. También, una vez clavados, perdí otros 2 ó 3 lucios, también con
artificiales diferentes a los anteriores. Conclusión: el depredador ataca
prácticamente a todo lo que pase a su lado si está activo; sólo hay que saber
encontrar los peces. Y de eso se encarga Adolfo.
Todos estos señuelos sacaron peces,. |
Comentarios
ENHORABUENA POR LA JORNADA!!